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Detalles
Reseña: Construct – VNV Nation (2024)
Una arquitectura de emociones electrónicas
Con Construct, VNV Nation entrega uno de sus trabajos más íntimos y atmosféricos hasta la fecha. Este décimo álbum de estudio no busca epatar con grandes estribillos o ritmos machacones, sino construir —como su título indica— un paisaje emocional donde cada sonido está cuidadosamente colocado para sostener el siguiente.
Desde el primer corte, "Hymn", Ronan Harris nos sumerge en un universo etéreo. Es una apertura lenta, contemplativa, casi sacra, que parece pedir silencio antes de hablar. Le sigue "The Spaces Between", una pieza instrumental poderosa que actúa como puente hacia lo que vendrá: un viaje pausado, elegante y cargado de una belleza melancólica.
Canciones como "Station 21" o "By Your Side" abrazan una electrónica ambiental que recuerda al VNV más reflexivo de discos como Of Faith, Power and Glory o Transnational. La voz de Harris se siente cercana, sin adornos, como si estuviera hablándote al oído en medio de la noche.
Uno de los momentos más desgarradores llega con "Nothing More", donde la sencillez de la letra choca con una producción atmosférica que va creciendo hasta desgarrarte con delicadeza. Le sigue "Save Me", que no es un grito desesperado, sino una súplica contenida, casi resignada.
"Close to Heaven" retoma algo del espíritu de himnos pasados, pero sin caer en la repetición. Aquí no hay loops para saltar, sino capas para sentir. El minimalismo de "Silence Speaks" es casi cinematográfico, como la banda sonora de una despedida que ya sabíamos inevitable.
El cierre es magistral. "On Other Oceans" y "Frontier I + II" funcionan como un díptico emocional: primero nos lleva mar adentro, luego nos lanza a una frontera imaginaria entre lo humano y lo divino. Esos últimos minutos, instrumentales y expansivos, hacen que Construct se despida como un susurro que resuena mucho después del silencio.
Conclusión
Construct no es un álbum para las pistas de baile, ni para quienes buscan el estribillo inmediato. Es un disco para escuchar con auriculares, en soledad, tal vez caminando por una ciudad vacía. VNV Nation no ha venido esta vez a encender revoluciones, sino a recordarnos que la reconstrucción empieza desde dentro.
Es una obra madura, valiente en su contención y devastadora en su honestidad.